Por: Luis M. Osorio/ @luisosorioe
Hay una pandemia en México de apatía. ¿Nos cansamos de malos gobernadores?, y ¿cuándo nos cansamos de ser pésimos mexicanos? De no exigir y de estirar la mano. De que te den a cambio de lo que tácitamente estaba claro: poder por Poder. Sí, el que tu pudieras… contra el Poder que le otorgaste a un político con intenciones claras de gobernarte, no de gobernar.
Hoy nuestro grandilocuente Andrés Manuel «Barbarito» López Obrador encontró el discurso que por décadas los grandes estudiosos de la política llamaban el «marais», esa población inmune a lo político, inmune por ignorancia, desenfado o negligencia.
López representa la amalgama de todas las generaciones de políticos mexicanos: López es el Reductio ad absurdum, de la política y sus políticos. Es el hijo del incesto entre sistema y corruptos. Lo que no sabe es que su transformación no tiene que ver con sus fines, sino con los nuestros.
En realidad la 4T, como le llama el presidente si cumplirá su cometido: la transformación del México de los mexicanos, no de los Partidos Políticos ni de las Instituciones.
No habrá transformación que surja de las ocurrencias y falacias de este hombre. Su boca lo está matando, como su boca le permitió por años mantenerse «insurgente» contra el status quo político.
En verdad crees que se vale decir: «a mí no me interesa la política», «no le entiendo», «eso no es para mí», «mientras tenga que comer, eso qué…»
Ni pesimista ni especialista, simplemente analista del actuar de la población. Estamos en un Truman Show, un AMLO show. Nos están diseñando toda una decoración de un México que no existe, que con dichos y puntadas cómicas controlan el cansancio de la gente.
Por las tardes o por las noches, cuando mis actividades laborales me llevan al tráfico de las ciudades, observo los rostros de las personas, peatones, transeúntes, conductores, pasajeros de un avión. Siento un miedo en el ambiente.
El común de las personas, es decir, aquellos que la política como tema no les interesa, que no escuchan ni indagan más allá de saber si sus pagos se mantienen al corriente, de que sus familias se encuentren bien, que sus negocios o trabajos se mantengan estables, no se pronuncian ante la situación que vivimos como país.
No hay crítica, ni destructiva, ni constructiva. No hay un diálogo cotidiano. Sólo el discurso de los pobres contra los ricos, de los corruptos contra los no corruptos, de los chairos contra fifís, de los mudos contra los gritones.
Entonces a río revuelto, ganancia de Barbarito López que se dirige a las audiencias confundiéndolas, y su tono pausado, en donde piensa qué decir, qué inventar, recordar la puntada del día, me canso ganso sino… su sonrisa sarcástica me hacen tener miedo.
Entonces toma decisiones que impactan como carambola a cientos de miles de mexicanos, todo por su ceguera empoderada. El cuasi profeta, convirtió su podio presidencial en la tribuna de la posverdad y entonces parte la plaza con improvisaciones que nos están costando la soberanía.
López es el último de una estirpe que nació de un proyecto sistematizado donde la ignorancia acumulada de los mexicanos por décadas permitía el simbiotismo. La culpa no la tiene ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, ni MORENA. Ellos leyeron entre líneas y por décadas ajustaron sus discursos.
La culpa la tenemos nosotros que permitimos que el cáncer de lo político llegará al absurdo con el peor líder que pudiéramos tener. Pero repito, él hizo su trabajo, encontró una forma de estafa para mantenerse vigente… ¿cómo crees que por años se mantuvo vigente pagando acarreos, haciendo giras, si no tenía trabajo alguno?
Ya que encontramos el último de esa raza , es hora de erradicar el virus. Basta de culparlos a ellos, es hora de aceptar que la culpa siempre la hemos tenido nosotros. México necesita a los mexicanos antes de que este país empiece a desvanecerse.
No le tengas miedo a la política, eso nos fortalecerá y podremos parar en seco a los bufones que se creen los redentores… Nadie va llegar a darnos las soluciones, somos nosotros los que las planteamos y luego colocamos a un representante a que ejecute nuestros proyectos.
Detrás de Barbarito López vienen otros que piensan que el portal de la ignorancia seguirá abierto como los políticos de Facebook, los políticos de Redes Sociales, pero no, López será el último… Su 4T cierra un ciclo histórico: el del México Bárbaro. Gracias Barbarito López.
Muy bueno