– ¿Ya viste todos los problemas que hay con el gobierno? ¿No te arrepientes de haber votado por el presidente?
– Ya no veo nada de noticias, ni buenas ni malas, nada.
– Ya las verás cuando estalle la crisis económica, no soy alarmista pero hay focos rojos.
– Me vale, ya no veo nada.
La otra persona está en edad productiva y aunque tiene al presidente por el que votó, expresó indiferencia ante sus políticas, ante el rumbo del país e incluso, ante el futuro económico y social que les espera a sus propios hijos como consecuencia de lo que está ocurriendo actualmente.
Creo que la sociedad mexicana sufre de una apatía social tremenda. Día a día ocurren hechos que se juzgan, otros que se magnifican o minimizan y otros que se ignoran. Hay un caos informativo que nutrimos con discusiones que no ofrecen soluciones y que nos está conduciendo a una profunda división social y nos está volviendo indiferentes ante los problemas que nos afectan a todos como comunidad.
Cada día son asesinadas 9 mujeres en México. Mientras que la mayoría nos limitamos a leer y comentar la nota roja sin hacer algo tangible al respecto, un grupo de personas proactivas y valientes salió a protestar a las calles; algunos (no todos) pintaron monumentos y rompieron cristales, algunos (no todos) aprovecharon la ocasión para generar caos agrediendo físicamente a otras personas.
La causa de la protesta fue la violencia, el no poder salir a la calle con tranquilidad, que las autoridades no reaccionen a tiempo para ejercer la ley cuando unos policías violan a una mujer, que el gobierno no nos protege.
Una parte de la sociedad, indignada y crítica, se enfrascó en una guerra virtual en contra de quienes pintaron el Ángel de la Independencia, evidentemente, a ningún mexicano nos gusta ver al Ángel en ese estado, y cada uno tiene derecho a reclamar por ese acto, pero:
¿Dónde está el reclamo por todas las mujeres asaltadas, secuestradas, violadas y/o asesinadas?
¿Dónde está el reclamo por la ausencia de acciones legales en contra de quienes agredieron a otras personas?
¿Dónde está el reclamo por tanta impunidad?
Perdimos la atención en el objetivo de la causa por enfrentarnos en el debate por una de las consecuencias, como si ignoráramos que toda acción genera reacciones que no siempre serán de nuestro agrado.
Y los que no salimos a protestar, los que no pintamos el Ángel, los que no rompimos cristales:¿Qué estamos haciendo para que todos los mexicanos podamos salir a las calles sin ser víctimas de algún delito?
Ya estamos profundamente divididos como sociedad. Ningún gobierno, de la corriente política que sea, va a poder corregir esto si no logramos recomponer nuestro tejido social. Y temo que estamos contribuyendo a lo contrario cuando ya deberíamos de saber que la división jamás será la solución para corregir la desigualdad económica y social de nuestra sociedad.
