Tu ansiedad te está mintiendo, te está haciendo creer que los escenarios catastróficos que vez en tu mente son reales y quiere convencerte que van a pasar, sin posibilidad a ser cambiados.
La ansiedad en si no es una emoción, la raíz emocional es el miedo. El miedo es una herramienta que me avisa que hay peligro y debo protegerme, en esencia es un mecanismo de supervivencia. Lo que muchas veces no sabemos es que este proceso pasa en una parte del cerebro que se llama el cerebro límbico. Allí procesamos el peligro o la percepción del mismo, y nuestro cuerpo entra en modo pelea o huye, muchas veces incluso paralizándose como método de huida, “si no me muevo no me ven”.
Como todas las emociones son súbitas, instintivas y duran menos de 3 minutos en promedio, de acuerdo a muchos estudios. El problema es que una vez que entra mi mente racional, el neo-cortex, la emoción se convierte en un sentimiento, se vuelve mucho más prolongado y lo peor de todo: me empiezo a imaginar escenarios que no están.
Miedo es estar en un avión cuando hay turbulencia. Siento mi vida amenazada. Ansiedad es no estar ni siquiera cerca de un avión y pensar que la próxima vez que te subas se va a caer el aparato y entonces sería mejor no hacer ese viaje. El cerebro suena esta alarma y lo que me indica es que me estoy adelantando demasiado al presente.
Físicamente sentimos el estomago hacer nudo, puedo sudar frio, mi corazón late rápidamente, siento que no puedo respirar, ni duermo por las noches o me levanto agitado. Desafortunadamente no hay fórmulas mágica para quitarla. Respirar y estar en el presente es un gran ejercicio. También meditar y durante la meditación, poder visualizar escenarios positivos para que el cerebro los cambie por los negativos. De tal forma que en lugar de ver un avión chocando, veo un avión aterrizando y a mi mismo llegando al destino feliz.
Hay veces, cuando es muy fuerte y constante, que la ayuda de alguien, como psicólogos, cocases, y cualquier tipo de terapeuta, te pudiera ayudar de una forma más clara y ordenada. Sigue tu instinto y busca ayuda cuando crear necesitarla.
