Imagínate que es día de Halloween y te pones un disfraz para salir a una fiesta. Un disfraz que cuidadosamente seleccionaste y que portas con orgullo.
¿Realmente es un disfraz o estas mostrándole al mundo tu oculta personalidad? Tal vez el disfraz es lo que usamos el resto del año, donde tenemos que pretender ser quienes no somos solo por quedar bien con gente que muchas veces ni nos agrada y que no valora lo que podemos aportar.
Todos los días, miles de personas salen al mundo llenas de filtros que les ayudan a aparentar lo que no son. Esto es muy claro y es especialmente preocupante en las redes sociales. Estuve leyendo de una empresa en Los Angeles, California, igual que muchas de su tipo, que ofrece escenarios a los influencers para grabar su contenido. En este caso, son representaciones de aviones privados que hacen parecer que la persona está viajando y refleja su posición de éxito. Una máscara para no mostrar lo que verdaderamente es. La industria de los filtros cuando se produce contenido es enorme.
No estoy hablando de ropa o algo de maquillaje que nos complementan y nos hacen sentir bien. Estoy hablando de todo aquello que contribuye en aparentar lo que no eres, a engañar a los demás y engañarte primeramente a ti, convirtiéndote en un personaje lejano a tu verdadera esencia, un robot en el mundo de los likes.
El problema de esto es la vibración que generamos. La verdadera autenticidad se refleja mostrándote al mundo como realmente eres y esto, en turno, eleva tu vibración, lo que te permite atraer todo lo que deseas en tu vida. Como lo mencioné en el video donde hablo de la ley de la atracción, el universo es un espejo y te regresará lo que le muestres. Si le muestras falsas riquezas en un set de avión privado, te regresará esto mismo, sin juicio, sólo reflejando.
Ser autentico en este mundo superficial es un verdadero acto de rebeldía, algo contra sistema y corriente, pero es la forma de atraer lo que estas buscando y más importante, todo lo que te está buscando a ti. Cuando vivimos sin filtros, la gran vibración universal nos encuentra y nos hace llegar todo lo que merecemos.
Tan sencillo como agradecer todos los días, sabernos merecedores de todas las grandes bendiciones y siempre actuando desde la energía del amor, en congruencia con nuestra esencia. Esto es lo que soy y merezco el universo entero.
