El error como herramienta

Tengo un mes al menos en que no puedo seguir con mis creaciones literarias. No estoy seco de ideas, estoy paralizado. Escribo y reescribo y nada pasa que me emocione. Entonces luego de horas de estar frente a la pantalla de la computadora barajo circunstancias, busco dónde está el atasque de mi proceso.

Pasan los días y no encuentro ese algo que me guíe. Quiero estar, busco lecturas y busco ideas que me ayuden a destrabarme. Normalmente soy efectivo y eficiente en lo que hago, pero hoy no. Estoy petrificado, ¿estoy fastidiado de mí, de mis ideas, de mis estructuras? ¿Cuál ha sido el error?, ¿qué es el error?, ¿cómo sé en dónde he cometido un error?

Cuando pienso o escribo la palabra error, algo en mí comienza a circular. Me gusta la vulnerabilidad que se produce cuando el error como herramienta se integra en mi conversación, pero, ¿cuál ha sido ese error?, ¿es monumental?, ¿es de fondo o es de forma?

El error está vinculado a nuestros propósitos de vida, el error es el compañero de la búsqueda de significado. Tengo claro que el error nunca será fracaso, es más una etapa de nuestro aprendizaje.

¡Y ahí está!: estoy haciendo un escaneo de mi sistema de valores, moral, creativo, estoy en modo de prueba, buscando los errores, buscando mis áreas de oportunidad porque quiero ser mejor, quiero ser más yo, quiero volver a subirme al tobogán de las letras y vaciarme en ellas.

El error como herramienta sin duda nos ayuda a aligerar la carga, a descargar lo que de nosotros no funciona más. Nos tenemos que podar, quitar esas ramas que ya no tienen sentido. ¿Soy parte del bosque o del paisaje?

Empiezo a comprender que el error no está en qué hacemos, sino en la expectativa de lo que hacemos. El error siempre es una brújula que nos guía en el destino que trazamos. ¿Los errores serán semáforos?

Siempre hablamos de los errores de los demás, pero qué pasa si los usamos hacia nosotros para cuestionarnos y romper con creencias que tal vez ya no tienen sustento. Quizá mi mayor fortaleza está en aceptar los errores. Los grandes innovadores dicen que los fracasos son los que nos llevan a los éxitos. Diré que este año ha sido de fracasos y que me están acercando al éxito.


Los errores no son problemas; son un privilegio. ¿Cómo podría estar hablando de ello sin comprender que es por ellos que estoy aquí. He crecido con ellos y por ellos. Seguramente el error más grande es no atreverme a equivocarme.

Errores vengan a mí, háganme más fuerte, más sabio, más humano, más amoroso. Posdata: yo nunca pierdo, o gano o aprendo.

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