Un riesgo que rindió grandes frutos para el Presidente Bukele.
San Salvador, El Salvador.- El presidente Nayib Bukele, celebró con entusiasmo el histórico aumento del bitcoin, que superó por primera vez los $100,000. Desde que el país adoptó esta criptomoneda como moneda de curso legal en 2021, la decisión fue recibida con escepticismo tanto local como internacional. Sin embargo, el valor de la inversión gubernamental en bitcoin ahora supera los $600 millones, generando un inesperado éxito financiero. Pese a las protestas iniciales y la volatilidad de la criptomoneda, Bukele ha destacado que quienes rechazaron su apuesta perdieron la oportunidad de beneficiarse de esta bonanza.
El rally del bitcoin estuvo impulsado por factores externos, incluyendo la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y el nombramiento de un defensor de las criptomonedas en la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Aunque la criptomoneda descendió ligeramente a $99,000, su crecimiento reciente revitalizó las expectativas del gobierno salvadoreño. Bukele señaló que esta subida valida su estrategia, mientras que figuras como el expresidente del Banco Central, Carlos Acevedo, reconocieron que la ganancia es significativa, aunque sigue siendo “no realizada” hasta que el gobierno venda los activos.
A pesar de los beneficios económicos, el uso del bitcoin en la vida diaria de los salvadoreños sigue siendo limitado. Muchos ciudadanos, como Esteban Escamilla y Josefa Torres, optaron por retirar los $30 ofrecidos inicialmente por el gobierno para sus gastos cotidianos. Esto evidencia que, aunque la criptomoneda ha sido rentable para el país a nivel macroeconómico, su impacto en la economía doméstica es aún reducido. La brecha entre quienes tienen los recursos para invertir y quienes no, refleja un desafío pendiente para que el bitcoin sea más inclusivo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido sobre los riesgos potenciales de esta política, instando a El Salvador a mejorar la transparencia y mitigar posibles impactos fiscales y financieros. Sin embargo, Bukele continúa defendiendo su apuesta, apoyado por el respaldo de figuras internacionales como Elon Musk. Mientras tanto, el país sigue bajo la mirada del mundo, mostrando cómo un movimiento arriesgado puede transformar una economía, aunque no sin desafíos.
