Hagan su juego, señoras y señores.
Por vez primera Nuevo León fue visitado por Claudia Sheinbaum Pardo en su calidad de presidenta de México, estancia que fue acuciosamente observada para conocer si el mandatario nuevoleonés obtendrá recursos para concluir sus obras estratégicas, hoy casi paralizadas.
Por lo pronto, la primera visita de Sheinbaum Pardo en su carácter de presidenta de la república dejó buen sabor de boca para Samuel Alejandro García Sepúlveda, pues la jefa del Ejecutivo habló en la entidad acerca de apoyar inversiones en salud y carreteras, además de abordar su intención de impulsar la reactivación del tren de pasajeros que uniría a Nuevo Laredo con la capital del país.
“Vamos a apoyar al gobernador en varios proyectos”, declaró la presidenta, pero no dio más detalles. Esta promesa tiene lugar después de que el presupuesto federal no asignó recursos para el 2025 destinados a las obras insignias del Gobernador de Nuevo León.
Aunque en primera instancia la mandataria externó su apoyo al mandatario, no hay que perder de vista que en el protocolo de la política, ya sea de izquierda o derecha, difícilmente se niega públicamente una solicitud y usualmente se prefiere pronunciar mensajes ambiguos o generales, que no cancelen la esperanza de quien pide ayuda, pero que tampoco comprometan a quien los expresa.
La última palabra sobre la simpatía del Centro la daría el ingreso de recursos federales a las arcas estatales, lo que inyectaría el “oxígeno” indispensable para la terminación de las obras prometidas por el mandatario estatal.
Casi listo el tema presupuestal en el Congreso del Estado.
Esta semana se espera en Nuevo León la aprobación del presupuesto 2025, documento que dejará fuera lo relativo a la adquisición de nueva deuda, para tratarlo posteriormente.
La aprobación del presupuesto estatal 2025 dependerá, en buena medida, de la voluntad de la administración de Samuel García Sepúlveda para dar mayores recursos a los municipios, así como de la decisión que tome Morena para sumarse al Prian o a Movimiento Ciudadano.
Más líos en el Congreso de Nuevo León.
Pero ahora el pleito no se dio entre el PRIAN y MC, sino en las bancadas aliadas con la 4T, particularmente con la coordinadora del Partido Verde, Claudia Chapa.
Al parecer, la legisladora pactó con Francisco Cienfuegos (el poder del PRI detrás del trono) votar a favor del dictamen, pese a que desde la Ciudad de México se dio la indicación a morenistas, petistas y verdes de aliarse con Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, en esta ocasión la diputada verde se alió con el PRIAN dando el tan famoso “voto 22”, lo que causó dos severas reacciones en el interior del bloque formado por los morenistas y sus partidos simpatizantes.
La primera llevó a que los morenistas le aplicaran la “ley del hielo”, porque a pesar de que hay algunas diferencias en los partidos identificados con el color guinda, en esta ocasión todos recibieron la línea de votar juntos. Esto sorprendió a la novel legisladora, quien apenas anda aprendiendo cómo funciona “la polaca” en el Congreso.
La segunda fue evidenciada por la llamada hecha desde la Ciudad de México al dirigente del PVEM en la entidad, Edgar Salvatierra, quien recibió tremendo regaño del senador Manuel Velasco, que le explicó que el horno no está para bollos, por lo que no debe tomar la iniciativa de convertirse en estratega, sobre todo si la orden viene de Morena.
Así, la legisladora verde y su líder local andan apenados y meditabundos, por lo que todo indica fue una chamaque
