Conflictos operativos y millonarios costos frustran el proyecto.
Ciudad de México.- La Secretaría de Salud ha decidido cancelar la reubicación de sus oficinas a Acapulco, Guerrero, y regresar todas sus operaciones a la Ciudad de México. Este cambio, iniciado en 2022, buscaba descentralizar la administración pública federal. Sin embargo, problemas administrativos, conflictos laborales y daños en infraestructura, agravados por fenómenos naturales como los huracanes Otis y John, hicieron inviable la permanencia en Guerrero. El edificio en Acapulco será devuelto al gobierno estatal, cerrando un capítulo marcado por ineficiencias y millonarios gastos.
El traslado de personal y acondicionamiento del inmueble en Acapulco implicó un gasto superior a 100 millones de pesos, incluyendo remodelaciones, fletes y apoyos a trabajadores que se mudaron. Aunque el proyecto pretendía descentralizar la administración y utilizar el antiguo edificio de Lieja en la Ciudad de México como museo, la falta de planeación y el contexto adverso lo convirtieron en un fracaso. Hasta mil 200 trabajadores habían sido transferidos a Guerrero bajo condiciones poco claras y sin garantías de beneficios en su regreso a la capital.
La mudanza coincidió con una serie de desafíos en el sector salud, como la crisis por el desabasto de medicamentos, el fracaso del Insabi y el incremento de personas sin seguridad social. Además, los costos reales del traslado se mantuvieron opacos, con información limitada sobre los desembolsos pese a las múltiples solicitudes en la Plataforma Nacional de Transparencia. Se estima que la remodelación del edificio en Acapulco costó más de 112 millones de pesos, un gasto que no logró justificar los objetivos del proyecto.
Ahora, con el regreso de las oficinas a la Ciudad de México, el nuevo secretario de Salud, David Kershenobich, enfrenta el reto de reorganizar la operatividad de la dependencia y atender los pendientes administrativos y financieros generados por esta fallida mudanza. La experiencia subraya la importancia de una planeación más rigurosa en futuros intentos de descentralización gubernamental.
