La hiena no sabe que es hiena, el buitre no sabe que es un buitre, no saben que su dieta es carroña. No tienen la menor idea.
El único animal con conciencia somos los humanos. En ese devenir de conciencia y pensamiento comparamos muchas de nuestras actitudes con las de los animales, pero es solo eso, comparativos poéticos.
Todo esto viene a cuenta por la reciente postura de los medios oficialistas y del propio oficialismo a victimizarse cada vez que meten las cuatro patas y la oposición, y no solo la oposición, si no cualquier ciudadano con sentido común los critica.
¿Cuanto tiempo les puede durar ese argumento tan barato de llamar “carroñeros” a la oposición crítica; si ellos mismos construyeron sus triunfos sobre los cadáveres de la guerra contra el narco de Calderón y los normalistas de Ayotzinapa, por nombrar los más notorios?
¿Cuánto les puede durar el argumento de llamar a la prensa “buitre”, cuando ellos mismos siguen a diario culpando al pasado para justificar su incapacidad por gobernar? Y no culpan al pasado inmediato porque eso embarraría a un viejito que vive tranquilo en la chingada.
Es una pena ver todas las mañanas a la Presidenta hablar de Felipe Calderón, se ciñe al guión macuspano y no habla ni siquiera de Peña Nieto., sigue hablando del PRIAN, ese bonito tapete en el que esconden debajo la basura. A ellos ya no podemos llamarles buitres ni carroñeros, ya que evocan cadáveres de un pasado en el que ya no quedan huesos que roer.
Si les matan secretarios y asesores, si les matan en promedio a 40 ciudadanos al día… la denuncia no es carroña, es hartazgo, es exigencia, es por salud mental y por no apostar al olvido, porque ellos, en cada acto de campaña en 2018, recitaban como si fuera el himno nacional el conteo del cero al 43, para recordar a los estudiantes de Ayotzinapa.
¡Ya solo faltaba que nos auto censuráramos!