El 1 de junio es la última oportunidad que tenemos los mexicanos de hacer valer nuestra opinión: ¿estás a favor o en contra de la reforma judicial?
Si estás a favor, te espera un domingo de levantarte temprano, hacer una fila, marcar no 3 si no unas 10 boletas, y eso sin tomar en cuenta de que antes tuviste que informarte para saber por cual de los cientos de candidatos ibas a votar. Si estás a favor o no la reforma ya está en marcha. Un galimatías de proceso electoral que ha sido la mejor oportunidad de despachos legales, defensores de criminales, y oportunistas, para colarse en un poder que por lo menos antes les era difícil ($$ no imposible, pero si muy difícil) de cooptar.
Los despachos legales de medio pelo para arriba tienen ya a su “candidato” o “candidatos”, la ley no se los prohíbe, y si su candidato gana, ya saben a que juzgado enviar sus casos para ganar los juicios. La justicia en México va a ser una porquería peor de lo que es ahora. Los defensores de narcotraficantes que participan en la elección saben que, al ganar, la impunidad será más efectiva que el amparo. Porque en la mayoría de los casos la impunidad no es visible, no tiene un expediente, no se registra. Si antes la justicia era solo para unos cuantos con la posibilidad de pagarla, ahora será para unos pocos que serán dueños de ella.
Ahora bien, si no estás a favor de la reforma puedes no salir a votar. Esa será la primer señal de fracaso para el régimen morenista. Luego habrá que guardar esas ganas de votar para la intermedia, donde es necesario ir a manifestar el descontento por la corrupción en SEGALMEX, por la quiebra técnica de PEMEX, por el nulo servicio médico, por el rampante nepotismo, porque todo lo que tocan lo hacen cagada, ya sea por convicción o por incompetencia, porque es necesario disminuir la mayoría legislativa para salvarnos de la dictadura. Ya solo le queda a la oposición ser responsables por una vez en su vida y hacer su parte.
Y que los pro cuatroté no te quieran vender humo, en esta elección no están en juego los programas sociales, no está en juego la justicia para que ese pariente cercano o lejano que tienes en alguna cárcel esperando 5 años por una sentencia, sea liberado. Esta en juego tu trabajo, tu liquidación, tu pensión, porque también van a controlar a los jueces en los tribunales laborales, está en juego tu familia, tus hijos, porque también van a controlar los juzgados familiares, esta en juego, por increíble que parezca, la propia democracia, porque van a terminar controlando los tribunales electorales.
El riesgo para el régimen en el fracaso de esta reforma es grande. Son tontos, le apuestan demasiado a hacer pendeja a la gente para hacerse del control de uno de los 3 poderes, no pueden ver que este poder, cuando no funciona, cala hasta los huesos; es el poder que tiene en sus manos la posibilidad de las personas de desarrollarse libremente, dentro de un marco legal que nos respalde y con la certeza de que nadie va a pasar por encima de nosotros para lograr su beneficio.
Así que, cuando lleguen a tu casa con una orden judicial a llevarse a tu hermano, a tu madre, a tu hija; cuando lleguen con una orden judicial a despojarte de esa casita que tanto te costó pagar, de ese negocio que te costó sangre levantar; cuando pierdas todo porque te exigirán millones para ser defendido por el “despacho ganador”; cuando seas liquidado de una empresa injustificadamente y no encuentres soporte en ningún juzgado laboral porque todos van a ser controlados por jueces a modo a favor de empresarios y sindicatos charros; recuerda que en tus manos estuvo la oportunidad de NO VOTAR.